CDMX.– El derrame de petróleo en la Sonda de Campeche, del doble del tamaño de la ciudad de Guadalajara, denunciado por organizaciones de la sociedad civil, es un hecho que no se puede negar, porque está comprobado científicamente con el apoyo de imágenes satelitales de la NASA, Copernicus y la empresa privada Planet, aseguró el geógrafo Guillermo Tamburini.
En entrevista dio a conocer que cuando estaba observando las imágenes de satélite del accidente registrado el 7 de julio en la plataforma Nohoch-A, fue cuando se percató de la mega fuga en otra de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), en mar abierto, en la misma zona del Golfo de México.
Yo soy investigador de temas ambientales en Argentina y justamente trabajo en el seguimiento de grandes infraestructuras industriales en los ambientes naturales, como campos petroleros o grandes represas y este tipo de trabajo lo hago con datos satelitales.
Por esta curiosidad científica y un interés personal en el tema, me acerqué con las herramientas de trabajo que tengo a ver qué había pasado en México, y observando las imágenes rápidamente apareció esta mancha de hidrocarburos en el agua”, relató.
El también Doctor en Ingeniería en Cartografía y Geodesia, reveló que el hallazgo lo hizo el domingo 9 de julio, pero estima que el evento comenzó entre el 3 y 4 de julio.
Ahí justamente son los técnicos, las instituciones, las personas implicadas directamente las que tienen la posibilidad de dar una respuesta clara de cuál es la gravedad y cuál es la magnitud de esto que estamos viendo. ¿Qué está sucediendo?, ¡No hay ninguna duda, está ahí!, ¡Lo estamos observando!”, indicó.
Guillermo Tamburini aseguró que todavía anoche (lunes), pudo observar con imágenes de satélite la gran mancha de hidrocarburos sobre el agua con un vertido constante.
“La última imagen, es quizá la más preocupante de todas, la imagen de ayer es la que muestra un fluido más denso”, destacó.
Agregó que el derrame tiene en una parte un petróleo muy denso y conforme se va extendiendo hay una menor presencia del contaminante, “pero que la mancha alcanzó un tamaño de 400 kilómetros cuadrados, no está tampoco en duda”.