El gobierno de Estados Unidos suspendió de manera inmediata las conversaciones comerciales que sostenía con Canadá, luego de que el país de la hoja de maple confirmara la entrada en vigor de un nuevo impuesto dirigido a empresas del sector digital.
La decisión fue anunciada por el presidente Donald Trump a través de un comunicado en sus plataformas oficiales.
El mandatario expresó su desacuerdo con la política fiscal canadiense, señalando que esta medida representa “una acción que impacta directamente a empresas estadounidenses”.
Trump agregó que el gobierno canadiense ha mantenido durante años restricciones comerciales, particularmente en productos agrícolas como los lácteos, y afirmó que la imposición de este impuesto digital “refuerza una relación comercial desigual”.
El mandatario señaló también que Canadá estaría replicando estrategias fiscales similares a las de la Unión Europea, las cuales han sido motivo de fricciones con su administración.
Por ello, Trump ordenó la cancelación de todos los intercambios en materia de negociación económica con Canadá y adelantó que se “establecerán nuevas tarifas arancelarias en el corto plazo”.
La medida fiscal canadiense, programada para aplicarse a partir del 30 de junio de este año, busca gravar los ingresos obtenidos por grandes compañías digitales que operan en el país.
La política se enfoca en empresas con ingresos globales anuales mayores a 1,100 millones de dólares canadienses y que generen más de 20 millones de dólares canadienses anualmente en territorio nacional.
