La administración del presidente Donald Trump ha confirmado que, a partir del sábado 1 de febrero, se implementarán aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá. Esta medida busca presionar a ambos países para que intensifiquen sus esfuerzos en combatir la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró: «La fecha del 1 de febrero para Canadá y México se mantiene firme». Además, enfatizó que el presidente Trump está comprometido en imponer estos aranceles de manera efectiva.
Paralelamente, la administración está considerando seriamente la imposición de un arancel del 10% a productos chinos, argumentando la participación de China en el tráfico de fentanilo. Aunque aún no se han proporcionado detalles específicos sobre los sectores afectados, esta medida podría entrar en vigor en la misma fecha.
Estas decisiones han generado incertidumbre en los mercados y tensiones en las relaciones comerciales con los principales socios de Estados Unidos. La industria automotriz, en particular, se encuentra en una posición vulnerable debido a su dependencia de las cadenas de suministro transfronterizas. General Motors (GM), por ejemplo, ha indicado que podría trasladar parte de su producción de vehículos de México y Canadá a Estados Unidos si los aranceles se implementan. Mary Barra, CEO de GM, afirmó que la empresa cuenta con capacidad en Estados Unidos para asumir parte de la producción actualmente ubicada en los países vecinos.
Economistas advierten sobre los altos costos de interrumpir el comercio en América del Norte. Mary Lovely, economista de la Universidad de Syracuse, señaló que las cadenas de suministro están profundamente integradas, y que tales aranceles podrían aumentar los costos para los consumidores y las empresas estadounidenses.
En respuesta, la ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, tiene previsto reunirse con su homólogo estadounidense, Marco Rubio, para buscar una solución diplomática que evite la imposición de los aranceles.
Estas medidas forman parte de una estrategia comercial más amplia de la administración Trump, que incluye la consideración de aranceles adicionales en sectores específicos como productos farmacéuticos, semiconductores, acero, aluminio y cobre. Sin embargo, aún no se han anunciado fechas de implementación para estas acciones.
