La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la independencia de jueces y abogados, Margaret Satterthwaite, expresó su profunda preocupación por las posibles consecuencias de la reforma judicial en México. En una entrevista concedida a la cadena británica BBC, Satterthwaite subrayó que esta propuesta podría «desmantelar la imparcialidad» en el sistema judicial mexicano, comprometiendo su integridad y capacidad técnica.
Reforma judicial en México: ¿una amenaza a la imparcialidad?
«Me parece inusual que un país elija a sus jueces por voto popular»
Durante la entrevista, Satterthwaite cuestionó la idea de una elección popular de jueces, comparándola con el proceso de selección judicial en Estados Unidos, donde los jueces federales son designados por el presidente y ratificados por el Senado. Según la relatora, este proceso es fundamental para asegurar que los jueces sean elegidos «en función de su capacidad y formación», evitando que factores políticos afecten su independencia.
«Me parece inusual que un país elija a sus jueces por voto popular», señaló la experta. Satterthwaite sugirió que, en lugar de fortalecer el sistema judicial, esta reforma lo debilitaría. «Tener una enorme cantidad de jueces nuevos a la vez es como si un país se estuviera disparando a sí mismo en el pie», advirtió.
La capacitación y experiencia judicial, factores críticos para el sistema
En su análisis, Satterthwaite hizo énfasis en los retos que enfrentaría el sistema judicial mexicano al incorporar una gran cantidad de jueces inexpertos. Destacó que la labor judicial requiere «mucha habilidad y un nivel técnico elevado», por lo que, en sus palabras, «no es apropiado introducir de golpe a una gran cantidad de jueces sin experiencia en el sistema judicial».
La relatora también explicó que, incluso si se aprobara la reforma, llevaría tiempo para que los jueces recién electos adquirieran el conocimiento y la experiencia necesarios para desempeñar sus funciones de manera adecuada. «No es algo que se aprende de la noche a la mañana», enfatizó.
Corrupción y confianza en el sistema judicial: ¿soluciones eficaces?
Aunque Satterthwaite reconoció que el sistema judicial mexicano enfrenta serios problemas de corrupción y falta de confianza, expresó su escepticismo sobre la efectividad de esta reforma como solución a esos problemas. «Estas no son reformas que tengan como objetivo garantizar que los jueces actúen de manera imparcial y con independencia; en realidad, son el tipo de reformas que corren el riesgo de que actúen de manera más parcial», advirtió la relatora, sugiriendo que la reforma podría, en cambio, facilitar una mayor intervención política en el sistema judicial.
¿Un sistema en riesgo?
La crítica de Satterthwaite a la reforma refleja una preocupación más amplia sobre los riesgos de alterar el equilibrio de poderes en México. La relatora hizo un llamado para que cualquier cambio en el sistema judicial sea cuidadosamente planificado y orientado a fortalecer, en lugar de debilitar, la independencia y profesionalismo de los jueces. «Si queremos un sistema judicial sólido, debemos priorizar la preparación y la independencia sobre consideraciones políticas», concluyó.