El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, detenido en diciembre de 2019 en Dallas, rompió ayer su silencio tras años de reclusión. A través de una carta difundida por su abogado, César de Castro, García Luna lanzó acusaciones contundentes contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La carta llega semanas antes de que el juez Brian Cogan, del Distrito Este de Brooklyn, dicte la sentencia tras haber sido declarado culpable de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa.
El desenlace judicial de García Luna
Aunque García Luna ha sido encontrado culpable, su carta parece más una estrategia para influir en las negociaciones que podrían reducir su pena, que podría superar los 200 años. Según su defensa, el exfuncionario planea apelar la sentencia, buscando una posible anulación del juicio y la reposición del proceso, algo que, en caso de lograrse, podría derivar en que la fiscalía desista de continuar.
La defensa de García Luna ya había intentado anular el juicio presentando una moción ante el juez Cogan, argumentando que varios testigos, en su mayoría vinculados al Cártel de Sinaloa, habían cometido perjurio. Aunque Cogan accedió inicialmente a revisar los testimonios, finalmente, el pasado 8 de agosto, rechazó la moción y programó la lectura de sentencia para el 9 de octubre.
El alegato de inocencia de García Luna
En su carta, García Luna asegura que las pruebas proporcionadas por el gobierno de López Obrador a las autoridades estadounidenses fueron falsas. Según el exsecretario, los documentos que lo vinculan con el crimen organizado fueron solicitados por el exfiscal de EE. UU. William Barr al entonces secretario de Seguridad mexicano, Alfonso Durazo. García Luna sostiene que él y su equipo detuvieron y extraditaron a los criminales que lo acusan, quienes ahora lo han incriminado en un intento de obtener beneficios legales.
En un segundo punto, el exfuncionario asegura que existen pruebas documentadas de contactos entre López Obrador y operadores del narcotráfico. Aunque no ofrece nombres explícitos, la carta parece referirse a Jesús Reynaldo Zambada, alias «El Rey», hermano de Ismael Zambada, alias El Mayo, quien ya había testificado en contra de García Luna en el juicio de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
El papel de Estados Unidos y la relación con López Obrador
El tono de la carta parece más que un simple alegato de inocencia. García Luna parece enviar un mensaje a las autoridades estadounidenses, insinuando que tiene pruebas incriminatorias no solo contra López Obrador, sino también contra otros altos funcionarios del gobierno mexicano. Esta estrategia podría ser parte de una negociación con los fiscales estadounidenses, quienes, según algunas fuentes, estarían perdiendo la paciencia con el presidente mexicano debido a supuestos vínculos con el narcotráfico.
A lo largo de su carrera, García Luna mantuvo estrechas relaciones con agencias de inteligencia estadounidenses, compartiendo información sensible desde los años 80. Como secretario de Seguridad, también conoció detalles clave sobre la captura de «El Rey» Zambada y las negociaciones que se habrían dado entre el gobierno de López Obrador y el Cártel de Sinaloa.
El exsecretario afirma tener en su poder una gran cantidad de videos, audios y fotografías que supuestamente implicarían al presidente y a miembros de su gobierno. Aunque no ofrece detalles sobre la naturaleza de estas pruebas, sugiere que están resguardadas en Estados Unidos.
El impacto político de las declaraciones de García Luna
Las acusaciones de García Luna no han pasado desapercibidas en el ámbito político. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, salió rápidamente en defensa de López Obrador. En un mensaje a los medios, Sheinbaum Pardo calificó las declaraciones como «absolutamente falsas» y acusó a García Luna de intentar desprestigiar al presidente con fines políticos.
Sheinbaum Pardo aseguró que López Obrador jamás ha tenido vínculos con el crimen organizado y destacó la transformación social que ha llevado a cabo durante su mandato, algo que, según la presidenta electa, no habría sido posible sin una sólida autoridad moral.
Un conflicto que sigue en aumento
El desenlace del caso García Luna está lejos de resolverse. A medida que se acerca la fecha de su sentencia, las tensiones entre el exsecretario y el gobierno mexicano continúan escalando. García Luna, quien ha sido una figura clave en la lucha contra el narcotráfico en México, ahora se enfrenta a una realidad completamente distinta: acusado de colaborar con el mismo crimen organizado que debía combatir.
El potencial de las pruebas que García Luna asegura tener podría cambiar el rumbo de este caso, pero también podría abrir una nueva fase de confrontación política en México, afectando no solo al presidente López Obrador, sino también a su sucesora.