La Casa Blanca confirmó que Estados Unidos impondrá aranceles a los países que, según su evaluación, han aplicado barreras comerciales a los productos y servicios estadounidenses.
La portavoz Karoline Leavitt señaló que la administración “no prevé eximir a ningún país de estas tarifas”.
El presidente Donald Trump ha impulsado esta medida, presionando por un impuesto de importación de hasta 20% sobre todos los productos.
Según el gobierno, los nuevos aranceles serán recíprocos, es decir, corresponderán a los impuestos que otros países aplican a las exportaciones estadounidenses.
Trump aseguró que la decisión busca “reactivar la economía nacional y fomentar la manufactura dentro del país”.
Aunque la Casa Blanca sostiene que la medida beneficiará la producción interna, algunos sectores advierten que “podría generar un aumento de precios y afectar a fabricantes que dependen de insumos extranjeros”.
Los detalles sobre los aranceles se darán a conocer el miércoles, aunque el anuncio podría adelantarse.
La administración republicana ha señalado que estas tarifas “forman parte de un plan más amplio para modificar las reglas del comercio internacional”.
Expertos han advertido sobre posibles impactos en los costos de producción y en los consumidores por ejemplo Paul Krugman, premio Nobel de Economía, quien señaló que la estrategia “podría elevar los precios sin considerar sus efectos en la industria”.
