Desde la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, las protestas han aumentado en varias ciudades de Turquía, con más de 2 mil personas arrestadas hasta el momento.
Imamoglu, quien era el principal candidato de la oposición para las elecciones de 2028, fue acusado de corrupción y encarcelado cinco días después de su arresto.
El Partido Republicano del Pueblo (CHP), al que pertenece Imamoglu, tenía previsto nombrarlo como su candidato presidencial, sin embargo, además de su detención, la Universidad de Estambul anuló su diploma en Administración de Empresas, requisito para aspirar al cargo.
Las protestas comenzaron en la sede del Ayuntamiento de Estambul y se han extendido a más de 55 provincias del país.
Las autoridades han implementado medidas para contener las manifestaciones, incluyendo la prohibición de protestas en varias ciudades y la reducción del acceso a internet.
También se han utilizado sistemas de reconocimiento facial para identificar a los manifestantes.
Ante esta situación, muchos han optado por cubrirse el rostro con máscaras y pañuelos.
Periodistas y abogados han sido detenidos en sus domicilios, algunos durante la madrugada.
El caso más reciente es el del periodista sueco Joakim Medin, arrestado bajo cargos de insultar al presidente Recep Tayyip Erdogan y pertenecer a una organización terrorista.
La oposición ha denunciado que estas medidas “buscan silenciar a quienes critican al gobierno”.
Erdogan, en el poder desde 2014, ha señalado que las manifestaciones buscan “desestabilizar el país”.