El destructor USS Spruance que zarpó desde la Base Naval de San Diego el 22 de marzo se sumará al USS Gravely, desplegado días antes en el Golfo de México para “incrementar la vigilancia en la frontera sur y enfrentar actividades ilícitas en el mar”.
Estas embarcaciones cuentan con equipos de la Guardia Costera especializados en interdicción y operaciones contra el tráfico de drogas.
La misión se enmarca en una declaración de emergencia nacional, bajo la coordinación del Comando Norte de Estados Unidos.
El USS Spruance tiene experiencia en operaciones de seguridad en diversas regiones. Recientemente participó en el Medio Oriente, donde apoyó misiones de protección a embarcaciones comerciales y neutralización de amenazas en el Mar Rojo, ahora, su presencia en el Golfo de México busca “frenar el uso de rutas marítimas por parte de redes criminales ante el refuerzo de controles en la frontera terrestre”.
El buque pertenece a la clase Arleigh Burke y cuenta con tecnología avanzada de combate, misiles de largo alcance y sistemas de defensa contra ataques aéreos y submarinos.
También opera helicópteros MH-60R Seahawk, que amplían su capacidad de patrullaje y respuesta en alta mar.
Con una tripulación de aproximadamente 320 marinos, el USS Spruance está diseñado para operaciones de largo alcance y puede mantener presencia en distintas zonas estratégicas.
Su despliegue en la región forma parte de las medidas adoptadas por Estados Unidos para “fortalecer el control sobre actividades ilícitas en aguas internacionales cercanas a su territorio”.