Tras la crisis sanitaria que se presentó durante noviembre por la infestación que provocó el conocido gusano barrenador en varios estados de México, que los obligó a las autoridades americanas a restringir las importaciones de ganado, el gobierno mexicano logró conseguir la certificación que permitirá reanudar el intercambio comercial de reses.
A través de redes sociales, el gobernador Alfonso Durazo Montaño informó que ya fue notificado por el gobierno federal sobre los acuerdos logrados pactados con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para retomar los procesos que se realizaban antes de esa contingencia.
“El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, me ha informado sobre la firma del protocolo con USDA que permitirá reanudar nuestras exportaciones de ganado hacia Estados Unidos”, escribió el mandatario estatal.
A principios de diciembre, la titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura (Sagarhpa), Célida López Cárdenas dio a conocer que la afectación que se tenía era de al menos tres mil cabezas que estaban varadas en la frontera por las disposiciones impuestas por los americanos.
Desde que se tuvo conocimiento de la problemática, detectada en Chiapas, por el ingreso de ganado infectado proveniente de Centroamérica, se pusieron en marcha una serie de protocolos sanitarios en conjunto con los diversos niveles gubernamentales, con la intención de proteger al hato sonorense, confirmó el presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), Juan Ochoa Valenzuela.
Con el reciente anuncio se reanudará el intercambio que ha perdurado desde hace décadas, enfatizó Durazo Montaño, que coloca a esta entidad como una de las principales en el país, debido a su alta calidad de los productos que emanan del ganado sonorense.
“Sonora será ejemplo en la aplicación y seguimiento de estas medidas, y nuestros ganaderos reciben esta noticia con gran entusiasmo. Gracias a nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum, al secretario y al equipo de SENASICA por su atención y gestión”, apuntó.
Aunque nunca se confirmó un caso positivo de dicho mal en la región, se atendieron las normas para evitarlo, puesto que se tenían más de 50 años sin la presencia del gusano barrenador, una larva que sale de una mosca y que infecta no solo al ganado, sino también a las personas que las que tiene contacto.