El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió este martes en la red social X que el nombramiento de Naim Qasem como nuevo jefe del movimiento libanés Hezbollah será “temporal” y que su liderazgo no se prolongará.
Esta designación se produce tras la muerte deHasan Nasrallah, exlíder de Hezbollah, en un ataque israelí el pasado 27 de septiembre.
En paralelo, un bombardeo israelí en el norte de la Franja de Gaza ha dejado 93 muertos y 40 personas desaparecidas tras un ataque contra un edificio residencial en Beit Lahia, informó el portavoz de la agencia de Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal. Testigos en la zona, como Rabi al-Shandagli, describieron la difícil situación al intentar auxiliar a los heridos, en un contexto de falta de instalaciones médicas y recursos de salud.
El ejército israelí respondió a los señalamientos indicando que aún investiga el incidente en Beit Lahia, mientras confirmó otras operaciones en el área cercana de Jabaliya, donde asegura haber neutralizado a «alrededor de 40 combatientes».
Desde el 6 de octubre, las fuerzas israelíes han intensificado su presencia en el norte de Gaza en busca de frenar las actividades de Hamás, lo que ha provocado un desplazamiento masivo de la población y la muerte de cientos de personas, de acuerdo con la Defensa Civil de Gaza.
El conflicto entre Israel y Hamás, que inició hace más de un año, ha escalado al extenderse hacia Líbano, donde el ejército israelí enfrenta aHezbollah, un aliado de Hamás respaldado por Irán. En medio de esta escalada, Israel ha sido objeto de críticas internacionales por su decisión de prohibir las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el territorio.
Con el nombramiento temporal de Qasem y la intensificación de las operaciones militares, el conflicto continúa evolucionando. Las acciones en Gaza y Líbano han puesto a Israel en el centro de la presión internacional, especialmente debido a los recientes ataques en zonas civiles y las restricciones impuestas a organizaciones humanitarias.