El huracán «John», de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, impactó la noche del lunes en las costas del estado de Guerrero, específicamente en las cercanías de Marquelia, alrededor de las 21:15 horas, tiempo del centro de México. Con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 220 km/h, este fenómeno meteorológico ha dejado una estela de destrucción en la región sur del Pacífico mexicano, afectando también partes del estado de Oaxaca.
Evacuaciones y medidas de emergencia
Ante la gravedad de la situación, las autoridades mexicanas han emitido alertas para que la población tome medidas de protección y evacúe las áreas en mayor riesgo. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los habitantes de las zonas costeras mantenerse resguardados y seguir las indicaciones de Protección Civil, haciendo un llamado a priorizar la seguridad de las personas sobre las pertenencias materiales.
Cerca de 300 refugios temporales han sido habilitados en Guerrero para atender a las personas que han tenido que evacuar sus hogares, mientras que las fuertes lluvias han provocado graves inundaciones y deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras clave. Uno de los tramos más afectados es la supercarretera Oaxaca-Puerto Escondido, donde un derrumbe en el kilómetro 47 del tramo Barranca Larga – Ventanilla ha dejado la vía intransitable.
El aeropuerto internacional de Puerto Escondido ha suspendido todos sus vuelos comerciales hasta nuevo aviso, lo que refleja el nivel de afectación en la región.
Impacto y consecuencias del huracán
Las lluvias torrenciales y los vientos huracanados han causado destrozos a lo largo de la costa del Pacífico. En Oaxaca, las autoridades siguen en alerta, ya que se espera que las lluvias persistentes incrementen el riesgo de inundaciones severas y deslizamientos de tierra en áreas montañosas y costeras. Aunque se pronostica que el huracán John perderá fuerza al avanzar sobre terrenos más elevados, la amenaza de inundaciones repentinas sigue siendo alta para los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
El Centro Nacional de Huracanes ha advertido que las lluvias podrían alcanzar acumulaciones de entre 150 y 250 mm, con algunos puntos aislados donde las precipitaciones podrían superar los 400 mm, generando riesgos catastróficos de desbordamientos en ríos y arroyos.
Caos documentado en redes sociales
Las redes sociales se han convertido en una ventana que refleja la magnitud del desastre. Videos y fotos compartidos por usuarios de Twitter y Facebook muestran las imágenes desgarradoras de los estragos causados por el huracán. En Marquelia, un video se ha vuelto viral al capturar el momento en que un relámpago ilumina el cielo, seguido de un rayo que impacta cerca de un grupo de personas. El suceso provocó un breve incendio en un vehículo y dejó chispas esparcidas en el suelo, lo que generó alarma entre los testigos.
En Acapulco, se han reportado árboles caídos que bloquean carreteras principales, lo que ha complicado el tránsito en algunas zonas urbanas. Los residentes han compartido imágenes de las fuertes ráfagas de viento y lluvias intensas que han sumido a la ciudad en un estado de preocupación e incertidumbre.
Otro video impactante muestra el cielo de Marquelia iluminado por intensos relámpagos mientras el huracán «John» se acercaba a tierra firme. Las impresionantes descargas eléctricas, captadas por las cámaras de los ciudadanos, resaltan la fuerza destructiva de la tormenta.
Acapulco: entre la calma y la amenaza
A pesar del avance del huracán «John» y la alerta roja emitida por las autoridades en varias regiones, en Acapulco Diamante, uno de los centros turísticos más exclusivos del país, la calma aún prevalece. Sin embargo, los habitantes y turistas no ocultan su preocupación, pues se espera que las lluvias torrenciales lleguen en las próximas horas. La amenaza latente ha generado un ambiente de tensión, mientras muchos se preparan para enfrentar los efectos más severos de la tormenta.
El inesperado aumento de intensidad
La velocidad con la que el huracán «John» se intensificó tomó por sorpresa a meteorólogos y expertos. En menos de 24 horas, pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 3, lo que evidencia el poder impredecible de la naturaleza. Las autoridades meteorológicas han señalado que este tipo de fenómenos se vuelven más frecuentes debido a los efectos del cambio climático, que incrementan las temperaturas del océano y, con ello, la probabilidad de tormentas más intensas.