Para hacer tortillas no se necesita querer, sino saber, así lo demuestra el sonorense Martín López, quien fue traído desde Baviácora a Guanajuato para deleitar a los asistentes con las famosas tortillas “sobaqueras”.
El conocido “Cuate”, conversó sobre esa actividad que realiza desde hace muchos años, lo cual llega a generar curiosidad en las personas que lo ven por la manera en la que domina esa técnica.
Siempre con un buen ánimo y disposición, relató que desde hace más de una semana llegó a esta ciudad como parte de la comitiva que integra el Pabellón Gastronómico en la Plaza El Baratillo, en el mero centro, donde a diario se “avienta” cientos de piezas.
“Estamos aventandonos al día como unas 300 de las de agua, pero por todas (otras presentaciones) como unas 700, hay cansancio en las manos, pero el chiste es que todos las prueben”, exclamó.
Con la misma receta con las que las prepara en Sonora, mencionó con total humildad, que han sido del gusto de cada persona que las han probado, ya sea así “puras” o con algún guiso regional.
“La gente dice que están buenas, que están contentos con nosotros, no quieren que nos vayamos”, dijo sonriente, mientras extendió una bola de masa que se convertiría en una pieza de alrededor de 60 centímetros, pero asegura que puede hacer de mayor tamaño.
Recordó que desde que tenía 18 años aprendió esta actividad, a partir de que le ayudaba a su mamá en el hogar, luego trabajó en ranchos ganaderos en su pueblo, donde tenía que preparárselas para comer, por lo que fue perfeccionando su elaboración.
Aclaró que no se dedica a la producción de tortillas, ya que tiene otro trabajo formal, pero al saber la gente que le quedan buenas, constantemente le llaman para que les haga pedidos o que asista a eventos especiales, como en esta ocasión el Cervantino, para complacer a los comensales con este exquisito producto de la gastronomía sonorense.
